Las Torres de la Catedral es una visita obligada en Salamanca, es uno de los emblemas de la ciudad que no os podéis perder. Menuda es Salamanca os cuenta cómo hacer la visita con niños.
El recorrido por las torres, que tienen más de 100 metros de altura, nos ofrece la posibilidad de conocer la historia de su construcción y adentrarnos en sus 900 años de antigüedad a través de la exposición Ieronimus.
EMPEZAMOS:
La visita comienza en la entrada ubicada en la Plaza Juan XXIII y desde allí ya se puede sentir que al atravesar esa pequeña puerta nos vamos a adentrar en un mundo muy especial.
Tras subir el primer tramo de escaleras que los niños hacen con mucha emoción, la primera parada nos sitúa en la Sala del Alcaide. Allí nos encontramos con una joya, la panorámica desde una ventana nos muestra el maravilloso retablo de la Catedral Vieja que fascina a grandes y menudos. Esta sala es un homenaje a la música donde se pueden ver distintos instrumentos que llaman la atención a los más pequeños.
Si seguimos subiendo podremos hacer la segunda parada en la Sala de la Torre Mocha donde se encuentran documentos que cuentan la vida de la catedral.
La Sala Alta es la tercera parada, desde ella se puede acceder a la Terraza de la Torre Mocha con impresionantes vistas del conjunto catedralicio, la ciudad y la ribera del Río Tormes. Un lugar perfecto para los selfies en familia o enseñar a los peques distintas curiosidades arquitectónicas del monumento. A continuación, a través de un pasadizo, se llega a la Sala de la Bóveda. Una sala con una ambientación singular para explicar la vida en la catedral, sus habitantes y oficios además de la historia del monumento.
En la siguiente etapa de la visita debemos volver a la Sala Alta para continuar con el recorrido. Desde este punto los más pequeños pueden sentirse prácticamente caminando sobre los tejados de la catedral y al atravesar una pequeña puerta nos adentramos en el andén interior de la Catedral Nueva donde nos topamos con otra sorpresa, las incomparables vistas del interior de la Catedral desde la balaustrada, una visión única y espectacular. Desde este punto, grandes y pequeños, disfrutaréis de detalles que sólo se aprecian desde las alturas.
A partir de aquí comienza la subida más compleja pero a la vez más emocionante para los peques de la casa. ¡La subida al campanario! Una pantalla con un «semáforo» nos indicará si podemos iniciar nuestra subida o si, por el contrario, debemos esperar unos minutos antes de ascender permitiendo así el paso a los visitantes que están bajando.
La subida es cómoda porque tiene varias paradas, a través de una escalera de caracol, eso sí, estrecha, se llega a la terraza sobre el pórtico de la Catedral Nueva, la Terraza de Anaya. Continuamos hasta la Sala del Reloj, dedicada al reloj de la torre, uno de los primeros relojes instalados en una catedral española.
Terminamos el recorrido en la parte más alta a la que se puede acceder, la Sala de las Campanas. Es el lugar perfecto para ver la ciudad desde una perspectivas única y poder presenciar la «música» de las campanas in situ.
No olvidéis que es la segunda torre histórica más alta de España.
VISITAS NOCTURNAS
Ieronimus ofrece visitas nocturnas. Visitas guiadas nocturnas y ambientadas con música y luz interpretativa por las Torres de la Catedral. Una ascensión de la mazmorra hasta el cuerpo de campanas donde descubrir el misterio, la contemplación y el valor de la luz, la música y el silencio.
RECOMENDACIONES:
Tened en cuenta que en la parte de arriba hace mucho viento.
La mayor parte de las escaleras son cómodas pero la parte final a los peques les cuesta así que aconsejamos reponer fuerzas antes de emprender la subida.
La visita se hace en una hora aproximadamente.
Se pueden dejar las sillas de paseo en la entrada.
INFORMACIÓN:
Info y venta de entradas: www.ieronimus.es
Teléfono: 923 26 67 01
Precio: 4 euros
Entrada gratuita niños menores de 10 años.
Visita nocturna: 10 euros
Horario: 10 a 19h
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