¿Os apetece un plan para hacer un viaje en el tiempo en Salamanca? ¿Pasear por calles salmantinas del siglo XVIII? ¿Ver cómo eran los edificios que hacían de Salamanca una ciudad única? Abrimos las puertas del Parque Arqueológico del Botánico.
Hemos conocido una parte más de la historia de la ciudad gracias a la arqueóloga salmantina Ana con la que hemos paseado por el cerro que acogió el Convento de San Agustín y su Iglesia de San Pedro, el Colegio de Cuenca y su entorno urbano. El Parque Arqueológico del Botánico alberga restos de gran valor histórico.
En 1997 se construyó el actual parking de la Universidad y ahí es cuando aparecen los restos del Convento de San Agustin. En 2001 La Universidad de Salamanca planificó una biblioteca general de Humanidades y durante la intervención arqueológica de las obras aparecieron parte de los restos de dos edificios del siglo XVI. Se paralizaron las obras de la biblioteca y estos restos han estado durante 20 años, hasta que se realizó el proyecto del Parque Arqueológico del Botánico, al aire libre, lo que ha provocado que se hayan deteriorado mucho.
La visita empieza en la ubicación donde estuvo el Colegio de Cuenca. Su fachada y el claustro se construyeron en el siglo XVI, su autor fue Juan de Álava. Las obras terminaron en el siglo XVIII y se convirtió en un de los edificios más importantes de la ciudad, fue destruido en la Guerra de la independecia, dejando a Salamanca sin uno de sus edificios más notables.
La Fachada del Colegio fue diseñada por García de Quiñones, era muy parecida a la fachada de hoy en día del Ayuntamiento de Salamanca. Además de la fachada descubrimos más joyas que había en esta zona hace siglos, como las escaleras monumentales fruto de Alberto de Churriguera y el claustro del colegio. A día de hoy podemos ver donde estuvieron asentadas pero no se conserva nada.
Es difícil imaginarse cómo fueron en su día estos edificios, este entorno, pero no es problema porque la visita se completa con unas gafas de realidad virtual, el gran atractivo de la visita para los peques. Se utilizan en varios puntos de la visita del Parque Arqueológico del Botánico.
En la zona del Convento de San Agustín se pueden observar restos que tienen un gran valor arqueológico. Incluso apreciar curiosidades como las letrinas o una bodega que aún conserva parte de sus escaleras y sus arcos. Un incendio arrasó el edificio y lo dejó en ruinas, lo volvieron a construir y volvió a sufrir otro incendio en el que se perdió la magnífica biblioteca del colegio. El Convento fue un importante centro de saber y prueba de ello es que sus aulas acogieron a Fray Luis de León.
Los agustinos se establecieron en el barrio de la judería donde poco a poco fueron acumulando propiedades, cediéndoles el obispo en 1377 la parroquia de San Pedro.
La calle de San Pedro separaba el Colegio de Cuenca y el Convento de San Agustín, una calle empedrada, una de las arterías de la ciudad en su época, que aún se conserva y por la que se puede transitar, imaginándose cómo era la vida entonces.
Este escenario de la ciudad estuvo en ruinas durante 100 años hasta que se decidió construir, a principios del siglo XX, la fábrica de la luz.
La visita es muy interesante pero hay que tener en cuenta que la disfrutarán más los niños y niñas a partir de 10 años que tengan más conocimientos de historia.
De momento no hay visitas libres, hay que aprovechar los distintos programas que Turismo Salamanca propone a lo largo del año y que Menuda es Salamanca os va contando y también se puede contratar una visita personalizada a través de informacion@turismodesalamanca.com.
La accesibilidad es muy buena, se puede ir con sillas de paseo.
Hay baños disponibles para los visitantes.
Duración: 90 minutos.
Dirección:
Calle del Parque, 38
Junto Arcada Ermita San Gregorio