Uno de los lugares más emblemáticos de Salamanca y desde donde la gente suele retratar su visita a la ciudad es el Convento de San Esteban, también conocido como el de los frailes de la Orden de Predicadores, los Dominicos. Se trata de uno de los monumentos más bonitos del arte renacentista y que merece la pena visitar.
En esta ocasión hemos hecho el recorrido de forma libre, sin guía. Turismo Salamanca también ofrece este espacio como uno de los más icónicos de la ciudad y que no puede faltar en toda visita o viaje.
El Convento de San Esteban está situado en la plaza del Concilio de Trento, al final de la famosa zona de Gran Vía y cuya iglesia no pasa desapercibida por su espectacular fachada de piedra de origen plateresco, donde se observan grandes medallones, escenas y personajes bíblicos, entre otros detalles, sin olvidar el centro en el que se ubica el martirio de San Esteban, que le da nombre.
Bajo el pórtico del convento está la puerta de acceso donde se pueden adquirir las entradas para este recorrido, que tienen diferentes tarifas por si vais en grupo y os pueden facilitar información del convento en diferentes idiomas si queréis.
Desde Menuda es Salamanca os invitamos a no perderos este espacio, que puede visitarse tanto en familia, con amigos, como en solitario. Merece la pena recorrer sus estancias donde el silencio y la religiosidad se hacen presentes, pero también el arte y el recogimiento que invitan a no perder detalle.
Quizá la parte que mejor se puede visitar en familia si lleváis sillas, carritos de bebés o si os acompaña alguna persona con movilidad reducida, es el Claustro de procesiones o de los Reyes, ya que las escaleras de piedra que acceden a los pisos superiores no son muy accesibles para todos.
Pero si acudís con los peques de la casa a pie, desde Menuda es Salamanca os invitamos a que no paséis por alto esta visita.
Un mirador al cielo
Uno de los secretos mejor guardados y que ha vuelto a recuperarse después de la pandemia, es la visita al balcón del convento. Sí, sí… una visita de altura, ya que esta terraza se encuentra a unos 30 metros de alto sobre esa fachada plateresca de la que os hablábamos y que siempre se suele contemplar desde abajo. Ya en este balcón se puede divisar el teso de las Catedrales, la calle Palominos, la parte trasera de la famosa Universidad de Salamanca, la Clerecía y San Pablo, además del convento de las Dueñas y la Cúpula de Las Agustinas. Esta maravillosa vista de la ciudad deja sin palabras y «casi sin respiración», literalmente, ya que hay que subir 62 peldaños por una estrecha escalera de caracol y aquí sí que siempre se irá acompañado de un guía. Muchos visitantes lo han catalogado como «un mirador al cielo».
Como se trata de una visita un tanto especial por su estrecho acceso, solo se puede realizar los miércoles, a las 16 horas y los sábados, a las 13 horas. De modo, que os emplazamos a que intentéis reservar un hueco para acudir a esas horas y disfrutar de la belleza de Salamanca desde las alturas. Os recordamos que este tramo no es accesible si vais con carritos o sillas.
En la planta baja también hay varias puertas barrocas y restos del antiguo claustro. También se conservan antiguas salas capitulares, que están separadas por rejas y cuentan con diversas capillas, además de contemplar los arcos, columnas y jardín interior.
La Escalera de Soto
Como os comentábamos, para subir a las plantas superiores está la Escalera de Soto, cuyo nombre viene porque fue costeada por Fray Domingo de Soto, un teólogo y confesor de Carlos V. Impresiona ver sus peldaños de piedra y majestuosidad desde abajo. Esta escalera se puede subir a pie sin demasiado problema para los niños. Dicen que simboliza «el esfuerzo por la conquista del saber a través de la oración y el estudio».
La visita a este espacio incluye la Sacristía que impresiona por las grandes figuras religiosas y espejos que descubren vistas desconocidas y de ahí se da paso a la iglesia.
Otro de los encantos de este espacio cuyo recinto está distribuido en forma de cruz latina y una sola nave muy luminosa. Hay que añadir, que la iglesia cuenta con pasillos laterales y central bastante espaciosos y con rampas de acceso en los desniveles, por lo que el paso es cómodo y permite pararse a contemplar las imágenes de las diferentes capillas, los hermosos retablos y las columnas salomónicas que hay en el interior.
Claustro y coro
Continuando con el recorrido por este convento de San Esteban, en la parte alta del Claustro está el acceso al Coro con una impresionante sillería de madera tallada y un fresco que representa a la Iglesia militante y triunfante y donde también hay un gran espejo que permite ver los detalles y que suele encantar a los niños, porque está a su altura. Llama la atención los grandes cantorales que aún se conservan.
Si nos damos la vuelta, nos topamos con la balconada que da a la iglesia, que se puede visitar al principio del recorrido o al final. Además del Coro, en el Claustro alto se puede observar una colección de objetos relacionados con las misiones de los Dominicos en América, entre las que destacan cerámicas precolombinas, figuras realizadas por los indígenas, flechas o incluso mapas.
Si el día es soleado, los brillos de las piedras y el contraste de luces y sobras de los arcos de este convento no dejan indiferente a nadie. Además, llama la atención el jardín central y la tranquilidad mientras recorres el espacio al salir de la iglesia. En este camino hay una estancia dedicada al confesionario de Santa Teresa. Es un pequeño habitáculo en el que se proyecta un vídeo sobre la Santa y sus reflexiones en aquel tiempo. Esa recreación que invita a sentarse a todo el que pase por allí y trasladarse a los muros de esos siglos.
Y es que Santa Teresa no fue el único personaje de la historia que, según cuentan, encontró refugio en el Convento de San Esteban. Miguel de Unamuno, Cristóbal Colón o San Ignacio de Loyola, también fueron testigos también de ese recogimiento, pero desde Menuda es Salamanca os dejamos que descubráis este rincón de la ciudad de por dentro y por fuera.
¡No os lo perdáis, porque os esperan muchos detalles y curiosidades por descubrir!