Si lo que buscáis es un plan diferente para pasar parte del fin de semana en familia y/o con amigos, no podéis dejar de visitar los múltiples rincones que ofrece la ciudad de Salamanca. Aparte de la Plaza Mayor, las Catedrales y la magia de sus calles empedradas, la interesante historia y orígenes no dejan de sorprender.
Desde Menuda es Salamanca os recomendamos visitar la Ladera del Cerro de San Vicente que, aunque suena parecido, no debéis de confundir con el recorrido por el Cerro del mismo nombre, punto clave donde se originó la ciudad. Ambas rutas, que son muy recomendables para salmantinos y visitantes, parten del Corralón de San Vicente, pero las dos descubren diferentes secretos de la historia de los antepasados que habitaron en tierras charras.
Para disfrutar de esta actividad guiada tan solo hay que reservar a través de la página web de Turismo de Salamanca y elegir el día y la hora que mejor os convenga para recibir las invitaciones de manera gratuita. Los sábados y domingos disponen de dos pases a las 11 horas y a las 12.30 horas y durante aproximadamente una hora y media, los interesados en no perderse esta iniciativa podrán disfrutar en familia de una inmersión espectacular por la arqueología y los antepasados de Salamanca.
Quizá esta visita es más recomendable para niños mayores de 10 años por el contenido histórico, aunque las guías del Ayuntamiento de Salamanca adaptan las explicaciones para todo tipo de públicos y tan solo hace falta un poco de imaginación para trasladarse hasta la época antigua y hacer surgir del suelo las imágenes y ¡hasta simular el estallido de las balas y cañones en plena batalla!
Los espacios están adaptados y el interior del Convento posee un ascensor para personas con problemas de movilidad, aunque es muy interesante bajar hasta las bodegas por la escalera o subir al mirador que se convirtió en punto clave para la defensa frente a los enemigos. Asimismo, el recorrido por la ladera puede resultar un poco incómodo para visitar con carritos de bebé o sillas, por lo que es mejor hacerlo a pie.
El Convento de San Vicente
La primera parte de esta ruta comienza en uno de los monacatos más antiguos, el Convento de San Vicente, del que se conserva tan solo parte de su trazado y donde se sitúa un espacio museístico con restos arqueológicos de gran valor, que a través de las explicaciones de las guías y las imágenes que hay en las distintas zonas, recrean interesantes pasajes históricos.
Es espectacular observar el suelo empedrado de lo que fue la sala capitular o la conservación de sus paredes, pero sin duda, un descubrimiento interesante en los años 90 fueron las bodegas con sus puertas de carros, que se ocultaban en el interior de este lugar habitado por frailes, que además del estudio académico, se dedicaban a las actividades propias de la época para sobrevivir. Pero… es mejor no desvelar más detalles sobre las curiosidades de su interior para todos los que queráis acercaros hasta el lugar.
No podemos olvidar que Napoleón también tuvo especial relevancia en el siglo XIX a su paso por Salamanca. Sus tropas convirtieron este monasterio en su bastión defensivo más importante, desde el que lucharon y por el que pasaron también los ingleses, hasta dejar el enclave en ruinas. Con el tiempo, los monjes lo transformaron en un fuerte militar dada su posición estratégica desde la que se podía controlar el avance de los enemigos ¡Las vistas desde ahí son impresionantes!
La ladera del Cerro
Después de recorrer el interior de los restos arqueológicos de este fuerte, si os animáis a continuar la ruta, podréis acceder a la zona de la ladera, que se utilizó como terreno de cultivo hasta los años 80 y que ahora alberga un precioso parque de uso público. Es muy curioso observar las especies, flores e incluso plantas de uso medicinal de aquel tiempo, que aún se conservan en los bancales. Además, rodear los contrafuertes del convento, construidos después del terremoto de Lisboa y escuchar las explicaciones de la guía, no tienen desperdicio.
Como esta ladera se integra en el recinto medieval y se constituye también como mirador, los paseos por esta zona se han convertido unos de los más bonitos y atractivos de la ciudad junto a la ribera del Tormes. Una oportunidad única y con las mejores vistas que harán las delicias de todo el que se acerque por allí.
Desde Menuda es Salamanca os dejamos un dato curioso: la ciudad posee cuatro murallas y la primera de ellas, fue la ubicada en este cerro, sobre la que se asienta esta actividad. Interesante, ¿verdad? Os dejamos que sigáis descubriendo muchas cosas más, así que… ¡Familias! no os perdáis esta interesante ruta guiada y reservad pronto vuestras entradas para adentraros en los orígenes de la historia de Salamanca.